jueves, 1 de julio de 2010

¡Dulce relajación! (parte II)

Hoy día, la chocoterapia causa furor en los spa y cada día cuenta con más adeptos. Puede definirse, como quien dice, un capricho para el cuerpo y es ofrecido por una gran cantidad de centros de estética, sobre todo ahora en verano, para erradicar las células muertas y disminuir los efectos nocivos causados por el sol y la contaminación.
Pero la mayoría de estos tratamientos tienen un coste elevado, no accesible a todos los bolsillos. Por eso os invito a "probar" una receta casera de chocoterapia.
Por un día podemos convertir el salón de nuestra casa en un spa. Sólo necesitamos los siguientes ingredientes:
- Jabón cremoso.
- Azúcar (al menos una taza).
- Chocolate líquido.
- Aceite de almendras.
- Crema.
- Espátula de madera y brocha.

Es muy sencillo. En principio tenemos que bañarnos: mezclamos el jabón cremoso con azúcar y creamos una masa con la que exfoliar todo nuestro cuerpo poniendo especial atención en codos, rodillas y talones. Después nos aclaramos.
Previamente diluido el chocolate con aceite de almendras y crema en el microondas durante cuatro minutos y una vez tibio comenzamos a embadurnarnos todo el cuerpo con el chocolate.
Eso sí, debemos esperar un mínimo de 20 minutos con el chocolate cubriendo nuestro cuerpo, pero no más de 40 minutos.
Al finalizar, no debemos olvidar hidratar nuestro cuerpo con una buena crema.

¿Os vais a animar? Resultará fácil, divertido, relajante y saludable.
Mientras tanto, una divertida forma de ir abriendo el "apetito" de chocoterapia casera.

¡Dulce relajación! (parte I)

Además de resultar suculento en gastronomía, el chocolate se ha transformado en un arma de belleza y de derrota al estrés en los centros de estética. Sus propiedades estimulantes reaniman y reconfortan el cuerpo, además de desintoxicar y reafirmar la piel.
Sus beneficios terapéuticos provienen de las propiedades antioxidantes del cacao, que pueden aprovecharse no sólo vía oral sino también cutánea. Y esto lo podemos ver a través de los llamados spas de chocolate o chocoterapia.

El cacao, por su alto contenido de antioxidantes, arremete contra los radicales libres y la oxigenación celular. Y al ser rico en polifenoles (catequinas, epicatequinas y taninos, todos de la familia de los flavonoides), reduce la inflamación de los vasos sanguíneos y mejora la circulación. Sus semillas son excelentes oxigenadores de los tejidos; y en acción conjunta con aditivos especiales, cumplen un papel fundamental para combatir los signos de envejecimiento. Además de su uso externo y de su sabor, su aroma tiene propiedades energizantes que estimulan el buen humor.

Los baños de chocolate se han convertido en todo un placer para las más golosas. Existe además el masaje de chocoterapia, que consiste en un masaje corporal completo con aceite al chocolate, actuando como relajante, al tiempo que revitaliza la piel, dejándola suave y ligeramente perfumada. De esta forma, se utilizan también los beneficios de la aromaterapia. Su duración aproximada es de 45 minutos.

Otra modalidad de tratamiento son las envolturas de chocoterapia: se hacen con una mousse especial a base de derivados del cacao. Después se extiende con un masaje suave por todo el cuerpo para finalmente tapar con una manta eléctrica y favorecer la absorción de sus componentes nutritivos y revitalizantes. Su duración es de unos 55 minutos.

Estos son sólo algunos ejemplos dentro de una gran variedad de posibilidades, con diferentes objetivos, duración y precio. Resulta imposible no desear darse una buena sesión de spa con estas terapias.

Fuentes:

Flavonoides VS enfermedades cardiovasculares


Las investigaciones médicas y científicas ofrecen cada vez resultados más positivos sobre los beneficios del chocolate. Los flavonoides que contiene el cacao, y de ahí el chocolate, juegan un papel protector frente a enfermedades cardiovasculares gracias a su actividad antioxidante. Un equipo dirigido por Mauro Serafini, del Instituto Nacional Italiano para la Investigación de los Alimentos y la Nutrición (Roma), han identificado al flavonoide responsable, la epicatequina, que actúa como antioxidante en los vasos sanguíneos y previene la formación de placas de ateroma (arteriosclerosis).
Estos compuestos naturales se encuentran en abundancia en las plantas y en los alimentos y bebidas de origen vegetal (leguminosas, frutas como la manzana o la uva, cacao, etc) No obstante, este grupo de investigadores subraya que los beneficios en el caso del consumo de chocolate, el efecto antioxidante del cacao se inhibe normalmente por acción de la leche con la que se acompañan tanto los productos solubles como buena parte de las tabletas, de consumo más extendido.
En otras palabras: para que el chocolate resulte verdaderamente sano, le sobra la leche.

Fuentes:

El vino de chocolate

¿Sabías que el chocolate guarda más matices de aromas que el vino tinto? Desde un punto de vista químico, el chocolate es sin duda la combinación más compleja que la ciencia conoce, con más de 1500 aromas identificados (solamente 500 identificados en el vino).

Vino tinto y chocolate puede resultar una mezcla un tanto extraña, pero son dos productos muy valorados y que a la mayoría de las personas les encanta. Así bien, a muchos les encantaría poder combinar el delicioso sabor de ambos, pues esto es lo que ha conseguido hace realidad el famoso chef y químico Heston Bluementhal. Éste ha inventado el "vino de chocolate" y ha sido premiado por ello con su tercera estrella Michelin.
El proceso consistió en mezclar un vino Maury del sur de Francia con leche y granos de chocolate. Mediante una
centrifugadora, el chef separó los residuos sólidos del
líquido, creando esta ingeniosa bebida.
Este chef, también es famoso por haber inventado el helado de sabor a tocino y huevos. Entre otros de sus extraños platos se puede encontrar el helado de sardina tostada, el guiso de caracol o el gel de salmón al licor.
Como se puede comprobar, la cocina química avanza a pasos agigantados, dando lugar a combinaciones tan eclécticas como éstas.


Fuentes:

Chocolate negro

El chocolate negro, también denominado como "amargo", es el más puro y original; "El" chocolate propiamente dicho. Es el que contiene más cacao y sus derivados "pálidos" tales como el chocolate con leche o el blanco comparten el nombre sin compartir la riqueza y el gusto de éste. Cuando los aromas de calidad son añadidos, el chocolate blanco y con leche pueden ser una delicia, pero solos, no tienen comparación con el aroma intenso y sutil del denominado como "negro".
En la Unión Europea se denomina como chocolate negro el que está compuesto por un mínimo del 35% de cacao puro; aunque es a partir del 50% cuando el amargor del cacao comienza a ser perceptible. En cualquier caso, en el mercado podemos encontrar tabletas con distintas proporciones de cacao, ¡hasta un 99%!
El chocolate negro es sofisticado y maduro, y es esta pureza lo que nos da a entender que el chocolate debería ser siempre saboreado así. Su sabor puede resultar demasiado intenso y domina a otros determinados sabores. El problema es que este chocolate no debe ser consumido en grandes cantidades, sino saboreado bocado a bocado. Si lo comés demasiado rápido, no podrás apreciar su gusto sutil.

Fuentes:




jueves, 3 de junio de 2010


Con la llegada del verano y las altas temperaturas, el helado es el tentempié más apetecible y deseado. Cualquier momento es idóneo y la variedad de sabores y colores permite experimentar, mezclar y probar hasta límites insospechados. Siempre consumido con moderación, pues su contenido en grasa y azúcar es alto, sus beneficios no son pocos, especialmente en el caso de los elaborados de forma artesanal. El aporte nutricional de éstos es mayor, además de contener más proteínas y ayudar en la digestión tras comidas pesadas. De entre sus beneficios, los expertos hablan de que consumir helado fortalece nuestra masa ósea, regula la tensión arterial, previene las piedras en el riñón y revitaliza el sistema inmunológico. Además aportan vitamina B2 y calcio.
Por todo esto, propongo una deliciosa receta de helado de chocolate negro; sencilla, rápida y con un resultado deliciosamente refrescante.

Ingredientes

- 240 gr de chocolate negro (con un 64% de cacao).
- 75 cl de leche entera.
- 30 gr de leche en polvo.
- 80 gr de azúcar.

En primer lugar, se pica el chocolate en pequeños trozos para que se deshaga mejor.
Se pone a hervir de forma conjunta la leche entera, la leche en polvo y el azúcar. Agregamos el chocolate troceado mientras removemos la mezcla de forma enérgica.
Dejamos que hierva de nuevo y que se cocine durante un minuto.
A continuación, se prepara un recipiente grande con cubitos de hielo. Dentro de éste colocamos un bol más pequeño y vertemos en él la crema de chocolate resultante.
Lo dejamos enfriar en reposo en este recipiente con los hielos y removemos de vez en cuando.
Cuando la crema de chocolate esté completamente fría la introducimos en el congelador y dejamos que adquiera consistencia.

¡Ya está listo para comer! Buen y refrescante provecho.

Fuentes

miércoles, 28 de abril de 2010

La verdad del chocolate blanco

Los amantes del cacao discrepan del denominado "chocolate" blanco, pues originariamente contiene poco o nada de éste. Es verdad que 'para gustos, colores' y la pregunta de ¿blanco o negro? es muy habitual entre los que disfrutan de este dulce, pero está bien conocer la realidad sobre el chocolate blanco y descubrir cuál es verdaderamente su composición.
Si es de buena calidad, su elaboración se hace a partir de manteca de cacao, azúcar, sólidos de leche, vainilla (si se desea aromatizar) y lecitina. Como se puede comprobar, oficialmente este tipo de "chocolate" no contiene pasta de cacao, por lo que no debería denominarse como tal.
Debemos cerciorarnos al comprar este dulce de que esté hecho con manteca de cacao, pues muchas marcas comercializan este producto hecho a base de otros tipos de grasas o aceites vegetales hidrogenados. Por ello conviene leer cuidadosamente la etiqueta de su envase.

Por su composición, es rico en grasas (que proceden de la manteca de cacao, en una proporción de unos 30 gr. por cada 100 gr. de producto) e hidratos de carbono, por lo que su aporte calórico es muy elevado (alrededor de 530 calorías por cada 100 gr.) Aún así, el chocolate blanco es rico en minerales como potasio, fósforo, magnesio y calcio; también de vitaminas A, E, B1, B6 y ácido fólico.

En los Estados Unidos, desde 2004, el chocolate blanco debe contener un mínimo del 20% de manteca de cacao (en peso), al menos un 14% de sólidos lácteos, un 3,5% de grasa de leche como mínimo y menos del 55% de azúcar u otros edulcorantes. Antes de esta fecha, las marcas debían obtener permisos temporales de comercialización para vender chocolate blanco.
La Unión Europea ha adoptado los mismos estándares, exceptuando la no fijación de límites para los edulcorantes y el azúcar.

Fuentes:

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